Dossier
del Taller virtual a cargo
de Ma. Belén Alemán. Organizado por LecturArte, Espacio de
Promoción de la LIJ-Salta y Academia de Literatura Infantil y Juvenil de la
Argentina. 15 de junio 2020.
En este encuentro intercambiaremos
ideas y opiniones sobre la poesía en la infancia y la poesía contemporánea para
niños. El dossier presenta un esbozo teórico, disparador para el diálogo, y al final del
mismo encontrarán una “microantología” para disfrutar y compartir.
El encuentro fue pensado como un “convite poético” porque, de alguna
manera, uno se prepara para degustar
la poesía. También encontrarán diferentes “bocadillos”
para ir saboreando a medida que van leyendo. La mesa está servida:
Comienza
el convite poético:
v De entrada:
Algunas preguntas para pensar juntos:
·
¿Por qué poesía en la infancia? Y ¿qué poesía?
·
¿Hay un mercado editorial y de mediación que
favorece la narrativa?
·
¿Qué observan en la poesía para niños de
algunos autores contemporáneos? ¿qué poetizan? ¿cómo construyen sus poemas?
·
¿Qué suele pasar con los mediadores y la
poesía?
·
¿Podemos hablar de algunos textos poéticos
como “Poesía-álbum”?
v Plato Principal: Dossier para
degustar y enriquecer con nuevos aportes:
¿Por qué “Poesía
para mirar el mundo”?
“El poder
de la poesía es dar cobijo a esa alma que busca
un sitio
donde pasar la noche, antes de volver a marchar.”
Gustavo Martín Garzo
“Poesía para mirar el mundo”, porque
en la brevedad de la poesía se encierra el mundo entero: el mundo de las
emociones y sentimientos, de las vinculaciones (el ser con uno mismo y con el
otro), de los miedos y conflictos humanos, pero también el mundo de lo
cotidiano, de los objetos que nos rodean, de lo mínimo de la naturaleza. Todo
es materia poética, todo nos permite habitar el poema. Recordemos sino las Odas Elementales de Pablo Neruda, solo
como un ejemplo de tantos.
La poesía establece una relación
comprometida con lo leído, se instaura una sintonía entre autor, texto y lector
que implica un deslumbramiento o, al decir de Alicia Genovese, un “círculo mágico”. La poesía es un “zapping hacia otro canal” porque la
poesía es una manera de enfrentarse a otros lenguajes y a muchos silencios. “Un vacío creado para encontrar el propio
ritmo, la propia sintaxis, la puntuación dentro de la cual respirar y el tono,
esa cámara de resonancia de la subjetividad…Frente a la valoración social de la
elocuencia, la poesía acepta la mudez.” Un
poema dice también a partir de lo que no dice, de sus silencios. Y uno, como
lector, se va constituyendo en esas palabras, recrea sensaciones, llena
espacios vacíos… o simplemente se va quedando en esos silencios. En un poema no
hay que explicar nada, actúa a partir de los sentidos que se abren a
significaciones impensadas según cada lector. “La palabra poética, por más radical que sea el desconocimiento del
lenguaje…, no deja de ser comunicante; una comunicación que es resonancia… y
también, o sobre todo, eco de un ensimismamiento, de un diálogo interno, de un
exilio.” “La poesía resiste el achatamiento de la percepción, la rutina de ver
lo mismo y propone nuevos enfoques, nuevas versiones de lo real activadas por
la carga o la descarga subjetiva de quien escribe.”
La literatura y el arte en general
observan la realidad para develar su misterio y visibilizarla. La poesía lo
hace buceando en las profundidades del ser con un lenguaje diferente,
desobediente ya que quiebra el uso habitual e instrumental del lenguaje. La palabra
poética nos interpela desde la inquietud, desde la incertidumbre y nos lleva a
preguntarnos… a preguntar. Reconocemos que la lectura de un poema no es algo
sencillo porque debemos desentrañar sus capas de sentido. Entrar en un poema es
permitirse entrar en un “estado poético” del que uno puede entrar y salir con
una disponibilidad especial, al decir de Laura Devetach.
Poesía en la infancia para descubrir
el mundo, también para jugar, para entregarse al disfrute de lo inusual y
disparatado, poesía para reír con sus hipérboles o exageraciones, poesía para
bailar y moverse, poesía para seguir creando, para disparar la imaginación pero
también poesía para con-movernos, para encontrarnos, para leer porque sí, para movilizar sentidos y emociones, para disfrutar
su ritmo y descubrir esa “música del mundo”:
Ema
salta
Hay un
silencio en el silencio
Que guarda
La música
del mundo.
Murmullos
de mar
En el
fondo oscuro
De las
caracolas
-
Y en lo
profundo –
Sinfonía
de peces
Aguavivas
Sombras de
gaviota.
En la
noche hay grillos,
Una luna
que a su modo canta.
Hay en el
silencio un silencio
Que guarda
La música
del mundo:
La siesta
borda
El camino
de las amapolas
Y a las
libélulas.
Ema salta
Del
silencio
Al mundo
que flota
Detrás de
las palabras.
Ema y
el silencio, de Laura
Escudero Tobler
Con ojos de sol
(fragmento), Jorge Luján
Salí a
pasear solo
para oír
el silencio dentro mío.
Regresé
desconcertado,
el
silencio aturdía más que el ruido.
Poesía
en la infancia, mediadores y algunos prejuicios:
“Había un
niño que salía cada día
y lo
primero que miraba, en eso se convertía”
Walt Whitman
Ya dijimos que lo poético puede estar
en cualquier objeto, en la naturaleza, en los afectos, en la vida cotidiana, en
nuestro ser y estar en el mundo. El poeta es un gran observador, un observador
sensible. Por eso a los niños les gusta la poesía. Lamentablemente, por
diferentes prejuicios y preconceptos casi no se les lee poemas, se les ofrecen
pocos libros de poesía. Lo más común en los hogares es que a la hora de dormir
se les lea o narre un cuento. La poesía aparece desplazada en las familias y en
la escuela o queda reducida sólo a la poesía tradicional, narrativa.
La relación entre la narrativa y lo
poético ha sido muy poderosa en la Literatura Infantil y también la repetición
del universo formal, léxico y temático heredado de la lírica popular española
que influyó mucho en Latinoamérica. Los mediadores suelen resistirse a la
poesía en general y más aún a la contemporánea por un cierto temor a la
dificultad o a la errónea creencia de que la poesía es solo para entendidos. Es
necesario comprender que a un poema se lo vive, se lo siente aunque no se
entienda su contenido completo. Hay que darse licencias lectoras. No siempre “debemos”
entender verso a verso. Es como sucede cuando leemos un texto en un idioma que
no dominamos como nativos. Lo que buscamos es comprender el todo, no palabra
por palabra. Con el poema ocurre algo similar, la magia sucede en el encuentro
con ese uso diferente del lenguaje, con su musicalidad, su tono, su cadencia y la
mirada particular que nos ofrece el poeta. “Al
releerlo, incluso, es posible que “el poema” siga escapándose y ofrezca sólo
esa semisombra donde seguir leyendo…pero el lector de poesía suele ser un
lector detenido, atento con su intuición a esa síntesis de palabras, atento a
los detalles como un miniaturista y no se incomoda tanto por esa semisombra.”
Si como adultos nos cuesta leer poesía
y nos parece compleja, entonces como mediadores la obviamos menospreciando así
la capacidad infantil para descubrir nuevos horizontes para decir y decirse. Que
la poesía nos impregne y se nos vuelva un hábito lector. Unos cuantos versos
cada día, cada tanto, un poema, una canción nos abrirá un mundo interior
profundo, de goce estético y de disfrute para los sentidos. Seamos lectores de
poesía, entremos en ese “estado poético” para contagiar a otros y compartir el
disfrute – y la conmoción – de la
palabra. En la poesía no se buscan respuestas, se generan preguntas, se ahonda
en el alma humana, una posibilidad de encontrar al otro, a uno mismo.
Un riesgo del mediador, es elegir sólo
poesías estereotipadas, simples, de ritmos, tonos y formas demasiado conocidas
limitando el universo de los niños. No hay que tener miedo a nuevas
experiencias y explorar juntos diferentes horizontes poéticos. No pensar en el
niño como un huérfano poético porque son justamente los niños con su
imaginación, su sensibilidad especial y su audacia para mirar a su alrededor
los que suelen descubrir lo no dicho, quienes enriquecen el poema y entran en
diálogo con el texto. Muchas veces los pequeños dan claves de lectura y
encuentran capas de significados insospechados por los adultos. Por eso el rol
del mediador es tan significativo desde los primeros años. “Mediadores que tienden puentes, crean ambientes de lectura, facilitan
la apropiación de las palabras, afinan su escucha para jerarquizar la palabra y
los universos de sentido de los primeros lectores, generan la construcción de
estas experiencias poéticas porque saben de su valor y su riqueza vital.”
“Gracias
al arte de un mediador, los niños comprenden que, al dar vueltas las páginas de
lo que se trata es de leerse a sí mismos y a este mundo.”
Los niños miran todo con mucha
curiosidad, con gran asombro y la palabra poética requiere de ese asombro
propio de la niñez. Por eso disfrutan de las adivinanzas, porque describen
objetos, animales, personas, el mundo que los rodea desde la complicidad
metafórica. Un guiño para bucear en los detalles. La poesía es exploración de
la palabra y requiere esa apertura para sumergirse en sus profundidades y
descubrir lo esencial. Los niños de por sí hablan metafóricamente: “Abu, el cielo está lleno de puré”, dijo
Olivia de 3 años.
“La infancia puede ser una aventura
poética de toda la vida” :
“Hay ciertos versos en los que me
quedaría a vivir. Porque proponen mucho más que una línea musical y semántica…
proponen un mundo.” Liliana Bodoc
Nanas, canciones, arrullos, juegos
lingüísticos, juegos con las manos, adivinanzas, plegarias...y un sin número de
textos poéticos orales llegan a los niños aún antes de saber leer. Textos que
son abrigo y refugio, abrazos y caricias que acompañan la infancia y perduran
en la memoria, ya adultos. Recordarlos es revivir momentos, instalarse en
recuerdos apacibles, develar la interioridad, reconstruirnos a través de esas
palabras dichas o cantadas antaño. Son los “textos internos” o nuestra
“textoteca”, al decir de Laura Devetach.
El primer encuentro con la literatura
se da a través de sonidos, de ritmos y modulaciones teñidas de emotividad en la
voz de una madre, de una abuela, de una cuidadora. O sea que antes que la
narración, está la poesía. No hay por qué entrar en competencia con la
narrativa sino que así sucede primero en la historia de vida de un bebé. Entre
adulto y bebé se teje una feliz urdimbre de sonidos, emociones y afectos que
quedarán guardados en un pliegue del alma. Es así que un bebé empieza a “leer”
el mundo que lo rodea, reconoce voces y tonos, matices, rumores, luces y mucho
más. Va buscando (y despertando) sentidos en lo que descubre. Como dice
Graciela Montes, esas “lecturas mínimas
de quien todavía no dispone del lenguaje resultarán invisibles”. Es a
través del juego, de las instancias lúdicas, que los niños ingresan al mundo
literario, a lo metafórico, a lo poético.
Esos momentos de intercambio entre
adultos y niños dejan resonancias y nutren emocionalmente con la profundidad de
la voz fundante. A la voz se suman gestos, miradas, posturas, entonaciones que
van convocando a todo el cuerpo en la lectura poética.
Bocadillo 2: TIC TAC
Arrullo de Jorge Luján con dibujos de Isol publicado por Comunicarte
de Argentina. Voces: Lourdes Ambriz y María Fernández Pellón. Violín: Victoria
Horti. Letra y música; piano y arreglos: Jorge Luján. Video: Uriel y Jorge
Luján. https://www.youtube.com/watch?v=gNtdHmymkJs
¿Y qué sucede con los primeros
lectores y lectores más avanzados? ¿Qué poesía encontramos en el mercado
editorial para ellos? Poesía de tradición oral, poesía narrativa, poesía lúdica,
poesía del disparate, de repeticiones, de palabras inventadas, de hipérboles.
Así van entrando al mundo poético. Los niños no se preguntan por sentidos
lógicos, entran con naturalidad en el juego porque el juego, la
experimentación, es lo natural en ellos. Los niños no racionalizan y por eso el
humor, lo absurdo y el juego son su mayor disfrute. La infancia se enriquece
con estos textos poéticos, se llena de juegos, de palabras para habitar, para
apropiarse. Son necesarias para el crecimiento emocional del niño, sobre todo
en la primera infancia.
Pero también encontramos otra poesía.
La poesía de muchos autores contemporáneos se caracteriza por el verso libre y
algunos quiebres rítmicos sin perder la musicalidad y la cadencia. También hay
que leer y compartir esta poesía que llegó a la infancia para quedarse y que
ofrece otros modos de decir. Es recomendable un equilibrio para ofrecer también
esa poesía “más lírica” quizás, con nuevas sonoridades que brindan la
posibilidad de otras experiencias poéticas no tan conocidas. Poetas que miran
el mundo con curiosidad y en detalle y lo nombran de una manera diferente, a
veces sin rima pero con ritmo y metáforas para descubrir. Una partitura distinta. La poesía
contemporánea es una propuesta desafiante que los compromete aún más como
lectores, pero nada que los niños no puedan apropiarse. Como sostiene Cecilia
Bajour, los lectores infantiles son “filósofos
en estado de semilla”. Y ese lenguaje poético, poco transparente, de una
densidad particular, que quiebra su uso habitual establece capas de sentido,
capas de lectura entre palabras y espacios de silencio que los desafía e
interpela.
En la buena poesía los recursos
literarios no son adorno, no se “usan para…” sino que son un recurso para
bucear en el mundo que nos rodea, en los sentimientos y conviene decirlos desde
una mirada libre y audaz, con formas no estereotipadas, huyendo de lugares
comunes o clichés porque los niños tienen una mirada totalmente original y
creadora.
“La
Poesía es búsqueda de esa experiencia inaugurante de la vida: el asombro del
niño que interroga al mundo.” Poesía
que mira lo cotidiano desde la curiosidad, desde la indagación y la búsqueda. Por
eso se dice que la poesía es un estado de adivinanza perpetua.
En la gran variedad de libros para
niños hay que distinguir entre aquellos que realmente invitan al placer
estético, a descubrir el lenguaje polisémico de la literatura y vivenciar lo
poético, de aquellos libros que solo fueron escritos para “enseñar” algo (como
hábitos, por ejemplo) y que no siempre tienen calidad estética.
La poesía para niños es (o era) quizás
el género más conservador de la Literatura Infantil. La experimentación poética
vino primero desde el campo de lo sonoro inspirados, tal vez, en la poesía
vanguardista. Sabemos que una de las que renovó la LIJ fue Ma. Elena Walsh y a
ella le debemos el renovado aire en la literatura para niños en Argentina.
También llegó la renovación en el
campo de la edición de los libros de poesía ilustrada para niños. En el mercado
editorial se encuentran poemarios para niños (un mismo autor con varios poemas
incluidos en un solo libro) y antologías. Pero también un solo poema constituye
ahora un libro y aquí los poemas pierden su sentido de “verticalidad” ya que el
responsable de edición decide distribuir versos y estrofas a lo largo de las
páginas aunque el autor lo haya escrito en “una sola tirada”, verticalmente sin
decisión de cambios de hoja. Esto sucede mucho con poemas que no han sido
escritos originalmente para niños pero sus ilustraciones y la distribución de
los versos en la página los acerca. Como la edición de Oda a una estrella de Pablo Neruda, ilustrado por Elena Odriozola,
de ediciones de Libros del zorro rojo, o Nanas
de la cebolla de Miguel Hernández ilustrado por Matías Acosta, ediciones
del Naranjo. Cada vuelta de página implica también un silencio, otros modos de
leer.
Por otra parte, hoy encontramos
también lo que podríamos denominar Poesía-álbum donde entran en diálogo las
ilustraciones y el diseño gráfico del libro como ocurre en el libro Botánica Poética de Juan Lima (en
Antología al final) o Escondidas de
Valerio Cervero y Vivi Chaves por nombrar solo un par de ejemplos.
Además de los autores nombrados,
recomendamos la lectura de otros poetas innovadores como: Ma. José Ferrada,
Jorge Luján, Nelvy Bustamante, Cecilia Pisos, Ma. Cristina Ramos, Laura
Escudero Tobler… entre otros. En ellos vemos poetizado lo cotidiano: verduras,
semillas, la lluvia, pequeños animales y bichos, la ciudad, el barrio, también están presentes, sin duda, las
emociones y la palabra poética misma en una relación de metapoema.
En sus poéticas priorizan el verso
libre, experimentan con los silencios, las formas, los tonos... Resulta
interesante el concepto de “caligrafía tonal” de Ana Porrúa, o sea la tensión
que la voz establece con el poema que “puede mimarlo, apegarse a él o
desplazarlo brutalmente. La voz agrega algo y también tacha, arma una caligrafía
tonal.
Entonces, ¿qué leer con los niños?
Todo tipo de poesía. No es una u otra, no se excluyen ni se trata de oponer
poéticas sino de enriquecer las experiencias lectoras.
“La poesía tiene algo que necesitamos
reencontrar, algo de nosotros mismos, algo tenue y profundo, algo que evoca
espacios de nuestro mundo personal. En algunos casos es una pulsación hacia la
sonrisa, porque la poesía juega con las palabras, agita y renueva significados
y va develando sentidos, significaciones en movimiento, significaciones que
conciertan.” “La lectura de poesía es, por tanto, una alfabetización calificada
para transitar, de un modo no pasivo, este mundo de múltiples modos
comunicacionales en el que hoy estamos.”
El convite, entonces, es a
experimentar, a dejarse sorprender, a ser partícipes, a balancear tipos de
libros para compartir con los niños, a leer poesía para la infancia y no
infantilizada sin intensidad ni armonía. Leer poesía de calidad estética, leer
desde otro lugar, con una mirada sensible y lúdica a la vez… es decir,
ensanchar horizontes lectores.
v Postre:
Encuentro con la Poesía y los poetas: MicroAntología:
1.- Encuentro con Nelvy
Bustamante:
µ
Adentro de
este dedal hay una ciudad. Bs. As. Edelvives, 2014.
La lluvia
La
lluvia
pintó
lunares
en
la vereda;
lágrimas
redondas
jugando
a esperar
la
primavera.
Como un árbol
La
ciudad
Es
como un árbol
Con
raíces de cemento.
Un
árbol alto
Donde
florecen nidos
Cuadrados.
El
hombre
Casi
pájaro
Se
asoma entre las ramas
Intentando
pescar la luna
Con
una caña.
Palabras
Yo
Quería
Construir
Una
Ciudad
Apilando
Palabras
Como soles
µ Hormigas
con patas de tinta,
Bs. As., Argentina, Sudamericana, 2017.
La hormiga
Melífera
¿toma el café
Amargo?
La hormiga
De fuego
¿cocina
Sus alimentos?
La hormiga
Faraón
¿es hija
Del sol?
La hormiga pasó todo el día yendo y viniendo de la azucarera al
hormiguero
Sin embargo, a la noche tuvo un sueño amargo.
µ La
araña que vuela,
Bs. As., Argentina, Sudamericana, 2008.
La araña que vuela
La araña teje
Una estrella
De tela.
Punta tras punta
Va y viene
Pata tras pata
Bordando el cielo.
Cuando se cansa
Cuelga las agujas
Y vuela.
La vuelta entera
De rama en rama
De brote en bote
Por un hilo casi invisible
Camina
La equilibrista
Ya salta
Ya vuela
Ya al mundo
Da la vuelta entera.
¿Y qué piensa
Cuando salta?
¿Y qué piensa
Cuando vuela?
¿Y que piensa
Cuando al mundo
Da la vuelta entera?
****
Las arañas / poetas:
/ ¿en vez de tejer / telas / tejen / poemas?
µ Poemas
de: Viento, Matas y Violines, editado por el Senado de la Nación
Argentina (Buenos Aires, 2000) Segundo Premio Certamen Patagónico de Cuento y
Poesía.
El
escarabajo
que cruza el camino:
¿Sabe que yo
lo miro?
Esa araña
que baja por la pared:
¿Ve el mundo
al revés?
El agua del río
donde me bañé ayer:
¿Es la misma que hoy
moja mis pies?
Tres
niños lloran
sentados en la esquina sola.
Han perdido
una moneda.
Han perdido
la vuelta en calesita
el helado
y la estrella.
Tres niños lloran
sentados en la esquina sola.
Desde el cielo
los abraza
una moneda de plata.
4. Encuentro con Juan Lima y su Botánica Poética, Calibroscopio:
¿En qué métrica cabe un
maní? ¿Qué metáforas puede inspirar una radicheta? ¿Un poemario botánico o un
manual de botánica lírica? Poéticamente, ¿nos importa un rabanito?Todo es posible en el universo Juan Lima,
donde botánica, humor y poesía riman con felicidad. Este libro obtuvo el Segundo Premio Nacional de Poesía 2016. Secretaría de Cultura de la
Nación; Destacados ALIJA 2016 – Mejor Libro de Poesía; Gran Premio ALIJA 2016.
Bocadillo
5: para conocer más sobre Botánica
poética: “La poesía echa raíces y
florece”, de Marianela Trovato en Catalejos, Revista sobre lectura,
formación de lectores y literatura para niños:
Es la tercera cosa
En el mundo
Más
Rápido
En caer
(después de los cometas
Y los meteoritos)
Newton estaba durmiendo la siesta
Y se le cayó una manzana en la cabeza
Así fue como descubrió el sistema
Que rige el mundo
Pensándolo bien
¿qué es más importante:
La ley de gravedad
O la manzana?
Mientras no se demuestre lo contrario
Todos tendremos un poco de razón.
(por eso el poeta
Elige dormir la siesta)
La sequoia
Un árbol de primera
Magnitud
(el más alto del mundo)
((el más antiguo))çante el filo del hacha
Tiembla como una hoja
Y su semilla
Emite una señal
Que todos quisiéramos oír
(el poeta está ahí
Para plantar el verde
En la página en blanco)
***************
Si la poesía
No se fuera alguna vez
Para el lado de los tomates
Sólo probaríamos
Ensalada de frutas
(el poeta
Cuando no sueña
Vuela).
3. Encuentro con Ma. Cristina Ramos:
En la marirronda
de las mapirosas,
maricuriosea
una marirrosa...
Mientras la maripilla
busca colores
para sus alas
que el viento ha despintado…
(Fragmento)
En esta pecera,
Uno dos y tres,
Desfilan dos peces,
y otro, no se ve,
¿será pez de luna
o pez de papel?
Sabanita de agua
déjamelo ver.
Dos peces saludan:
-¿Cómo le va a usted?
Pero yo saludo
al que no se ve.
En esta pecera,
uno, dos y tres.
La luna se llena
Con agua sin pena
Que saca del mar.
Ángeles de nube
Tienen sed y suben
Todos a tomar.
Después todos se pasean
Con las panzas llenas
De brillo lunar.
Todos los días (de Un
sol para tu sombrero - Sudamericana)
Péiname
cuando me peines
con peinecitos de escarcha,
porque los peines de luna
me despeinan las pestañas.
Lávame
cuando me laves
con jaboncitos de trébol,
pues los jabones sin suerte
se escurren entre los dedos.
Sécame
cuando me seques
con un toallón sin puntillas
pues los hilitos finitos
se pegan en mis cosquillas.
Préstame
todos los días
un sombrero para el sol,
un sol para mi sombrero
y una sombrita de amor.
4. Encuentro con Hugo Francisco Rivella: Caballito de escarcha, Salta,
Fondo Editorial, Secretaría de cultura de la Provincia de Salta. Premio
Concurso Oscar Montenegro de Literatura Infantil y Juvenil 2019.
Pregunta con respuesta
¿A dónde fue la noche
Con sus fantasmas?
Si cierras tus ojitos
Ciegas mi alma.
El camino zozobra
Sin horizontes
Pero no tengo miedo
Si me respondes.
En el sueño, tus sueños
Me están soñando;
No despiertes ahora
Que estoy jugando.
Cuando miro tus ojos,
Madre, no sabes,
Que como una estrellita
Vas por mi sangre.
Se ha perdido una niña Chiribin
Con ojitos de rana Charabán
Para que no la moje Chiribin
La luz de la mañana. Chiribán
Salió a buscarla un niño Chiribin
Desesperadamente Charabán
La buscó por las calles Chiribin
La buscó entre la gente Charabán
La buscó en el silencio Chiribin
En la flor y en la espada Charabán
En la luz del ciruelo Chiribin
En la noche cerrada Charabán
Cuando el niño lloraba Chiribin
Al no poder hallarla Charabán
Le dio un beso una niña Chiribin
Con ojitos de rana Charabán.
Vivo en un pueblo pequeño
Vivo en un pueblo pequeño,
Pequeño como un botón,
Con dos o cuatro ojitos
De saco o de pantalón.
La calle que cruza el pueblo
Zigzagueando punta a punta
Es igual a un caracol
Con antenitas de azúcar.
En el centro de la plaza
Que muy poca gente ve,
Baila un viejtio la ronda
Que ha bailado en su niñez.
Y en aquel pueblo pequeño,
Pequeño como un botón,
Se ha dormido la ternura
En el corazón de Dios.
Buen día, señor Buendía,
Me alegro de volverlo a ver
¿Se encontró con Doña Luna
Llegando el anochecer?
Buen día, señor Buendía
Cuando miro amanecer
Los ojos me brillan solos
Porque amanece otra vez.
¿Vio que los pájaros cantan?
¿Qué vuelve a abrirse la flor?
¿Qué lo que estaba apagado
Destella cual mismo sol?
Buen día, señor Buendía
Me alegro verlo llegar,
Trayendo noticias nuevas
Para volver a empezar.
Para volver a empezar,
Hay penas y hay alegrías;
Para lo amargo, el azúcar_
Para las penas: - Buen día.
Nos quedamos de sobremesa con los que quieran:
Opcional:
Quien lo desee puede elegir una de las propuestas
que se enuncian a continuación y enviarlos a: maria.belen.aleman@gmail.com. Se reunirán los trabajos presentados y luego se subirán a este blog:
Ahí van las propuestas de escritura:
Propuestas
de café literario:
1.
Escribo
un poema sobre objetos de la vida cotidiana o del “bicherío” de la
naturaleza. (Puede ser prosa poética también)
2. Testimonio/Confesiones de un lector de
poesía: las siguientes son solo preguntas orientadoras para impulsar la
escritura: ¿Qué me pasa cuando leo poesía? ¿Qué es para mí la poesía, cuál es
mi relación con ella? ¿Siento que tengo que tener una disposición especial para
leer poesía? O por qué no hago nada de lo anterior.
3. Mi textoteca poética: qué nanas,
canciones, juegos lingüísticos, poesías, frases, me acompañan hasta hoy.
Escribo un breve relato que las integre como lo hace Laura Devetach en “La
construcción del camino lector” que pueden consultar.
4. Comentario poético: Elijo un autor de
esta antología (o varios para abordarlos comparativamente o
complementariamente) y realizo un breve comentario sobre su poética o
impresiones lectoras.
5. Breve propuesta con poesía para el aula
o para un taller literario.
6.
Otra
propuesta que quiera realizar.
Pilar Muñoz y Ma. Victoria Ramos, en Con la profundidad del mar y la levedad de la
espuma. Un recorrido por la poesía infantil argentina.
Revista Imaginaria, Nº 295, Lecturas, 28/6/11