
Septiembre de 2011 y un viaje inolvidable a Cusco y Machu Picchu, la ciudad sagrada de los incas. Un viaje para repetir una y mil veces porque las montañas, el paisaje, la cultura y las costumbres enamoran.
En el camino a Sacsayhuaman, un niño con colorido "chullo" y una mirada que dice mucho.

En Cusco, el barrio de San Blas, lugar de artesanos.
Piedra, sobre piedra, corazón latiendo junto a los sueños de grandeza de un pueblo milenario que ha demostrado su ingenio, su inteligencia y su cultura sólida como las rocas de sus fortalezas y templos.
Imperdible: Vista del Cusco desde Sacsayhuaman. Alejados del ruido, cerca de la Naturaleza.

Todo el grupo en la llamada "Fuente de la juventud"