Publicado en el blog de la Academia Argentina de Literatura Infantil y Juvenil
En la historia universal de la literatura, que se
remonta a milenios, la literatura infantil y juvenil tal como la conocemos
hoy, es un niño de corta edad. Es que su enorme desarrollo, -además del
aporte de las campañas educativas a favor de la lectura y de los propósitos
psicopedagógicos- se vio favorecido por el desarrollo de la computación y por
el incentivo de los enormes réditos económicos que produce el género. Aunque
evidentemente, se lee más pero de otra calidad y forma. Por otra parte, aún
se sostiene en algunos ámbitos que los libros didácticos son parte de la
literatura infantil y juvenil. O que la literatura es una sola y solo se
diferencia por el público lector, de acuerdo a su capacidad y subjetividad y
muchos temas más. Entre ellos la cantidad y calidad de las lecturas
infanto-juveniles, comparadas con las de nuestra niñez o la de nuestros
padres y abuelos. |